Lo que nunca se ve en Instagram
Lo que nunca se ve en Instagram: el trabajo invisible detrás de cada tatuaje
Cuando alguien ve una foto en mi Instagram, suele quedarse con el resultado: el tatuaje terminado, la piel limpia, el contraste perfecto, el encuadre cuidado… Pero lo que casi nadie imagina es todo lo que hay detrás de esa imagen.
Porque tatuar no es solo “dibujar bien”: es planificar, estudiar, corregir, probar y dedicar muchas horas a cada pieza, incluso antes de que el cliente entre por la puerta.
🎨 La parte invisible del proceso
Antes de encender la máquina, hay muchas decisiones que no se ven:
buscar referencias, adaptar el diseño al cuerpo, probar medidas, estudiar el tono de piel, las sombras y cómo se comportará la tinta con el tiempo.
Cada cliente es distinto, y eso significa que cada tatuaje exige un planteamiento único.
Hay días en los que paso horas afinando un detalle en el iPad o rehaciendo un boceto una y otra vez, solo para que el resultado final tenga el equilibrio justo entre arte y técnica.
🧩 El trabajo mental (sí, también es agotador)
Tatuar cansa físicamente, pero lo que realmente agota es la concentración.
Pasar cinco, seis o más horas completamente enfocada en un tatuaje requiere energía, control y una enorme atención al detalle.
Cada línea, cada sombra y cada transición cuentan.
A veces acabo con la espalda hecha polvo, los ojos secos y el cerebro en modo “reinicio”, pero satisfecha porque sé que ese esfuerzo invisible es lo que marca la diferencia.
🤝 La conexión con el cliente
Otra parte que tampoco se muestra tanto es la relación humana.
Cuando alguien decide tatuarse conmigo, no está comprando solo una pieza de tinta: está confiando en mí para convertir una idea, un recuerdo o una emoción en algo que llevará toda su vida.
Y eso merece respeto.
Por eso, antes de tatuar, dedico tiempo a escuchar, entender y adaptar cada diseño al significado que tiene para esa persona.
📱 Lo que las redes no enseñan
Instagram es maravilloso para mostrar resultados, pero es solo una parte del trabajo.
Detrás de cada publicación hay horas de preparación, limpieza, montaje, diseño, concentración y cuidado.
Lo que ves en la foto es el “final feliz”, pero el verdadero arte está en todo lo que sucede antes, durante y después.
💬 En resumen…
Cada tatuaje que ves en mis redes tiene su historia, su esfuerzo y su parte invisible.
No hay filtros que enseñen la dedicación, las dudas o la tensión de querer que cada pieza salga perfecta.
Y, aunque esa parte no se vea, es justo la que más me llena y la que me recuerda por qué amo este trabajo.
