Profesional avalada por una amplia trayectoria en el mundo del tatuaje

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Cómo saber si un tatuaje es bueno

Cómo saber si un tatuaje es bueno (aunque no tengas ni idea de arte)

Hola, soy Ana, tatuadora en Arcos Tattoo y especialista en tatuaje realista en negro y gris y a color. Hoy quiero contarte algo que creo que todo el mundo debería saber: cómo distinguir un tatuaje bueno de uno que no lo es, incluso si no eres artista ni te has tatuado nunca.

A veces me llegan clientes que no están seguros de qué buscar cuando comparan tatuajes. Ven muchas fotos en redes sociales, les gustan muchas cosas, pero no tienen herramientas para diferenciar lo profesional de lo mediocre. Y no pasa nada: ¡para eso estamos quienes nos dedicamos a esto!

En este artículo te explico 5 claves para saber si un tatuaje es bueno, aunque no seas experta/o en arte. Y sí, esto te puede ahorrar disgustos si estás pensando en tatuarte.


1. Las líneas deben ser limpias, rectas y coherentes

Uno de los signos más evidentes de un tatuaje bien hecho es la precisión en las líneas.
Da igual si es un realismo, un tatuaje old school o un mandala: si hay líneas, deben verse claras, sin temblores, sin zonas abiertas ni «fantasmas».

Un/a buen/a tatuador/a controla la máquina y adapta la presión a cada tipo de piel.
Si ves líneas dobladas, desiguales o que parecen hechas con prisas… mala señal.


2. El sombreado tiene que tener transición y profundidad

En mi caso, que trabajo mucho el realismo black and grey, esto es clave.
El sombreado debe tener degradados suaves, sin cortes bruscos, y con sensación de volumen. Si el tatuaje se ve plano, saturado o “sucio”, es posible que el/la artista no domine bien la técnica.

Y cuidado: hay quienes suben fotos con el tatuaje recién hecho y todo muy negro… pero eso no significa que sea bueno. Al curarse, muchas veces queda apagado o parcheado.
Por eso, las fotos de tatuajes curados dicen mucho más que las recién hechas.


3. La piel no debería estar destrozada

Esto se nota menos en fotos, pero es vital.
Un/a tatuador/a profesional sabe cómo trabajar sin maltratar la piel. Si ves zonas hinchadas, sangrando en exceso o con costras desde el minuto uno, es mala señal. Es como si un/a peluquero/a te dejara el cuero cabelludo lleno de heridas.

Un tatuaje mal aplicado cicatriza peor, pierde intensidad y puede dejar cicatrices.
Por eso, cuidar la técnica y trabajar con mimo es igual de importante que saber dibujar bien.


4. La proporción y la colocación importan más de lo que crees

Muchos tatuajes se ven mal no por el dibujo en sí, sino porque están mal colocados en el cuerpo.
Por ejemplo, un retrato deformado por ponerse en una zona curva, letras que no siguen bien la línea de la piel, o diseños demasiado pequeños para su nivel de detalle.

Un/a buen/a tatuador/a te aconseja sobre el tamaño y la ubicación ideal, pensando en cómo se verá con el tiempo y con el movimiento del cuerpo.


5. Si el tatuaje tiene detalles, que se entiendan

Puede parecer obvio, pero muchas veces vemos tatuajes con demasiada información mal ejecutada.
En el caso del realismo, si haces un rostro, debe tener expresión, proporción y mirada viva. Si haces una calavera, debe verse como tal. Si no se entiende lo que es… algo falla.

La clave está en que aunque no seas artista, tu ojo capta si algo está bien hecho o no, aunque no sepas por qué. Esa intuición hay que escucharla.


No te dejes engañar por las fotos de Instagram

Hoy en día, muchos tatuajes se ven espectaculares en redes… pero han sido retocados.
Colores saturados, sombras reforzadas con apps, pieles que parecen de muñeca. ¡Incluso hay fotos hechas con filtros que disimulan errores!

En Arcos Tattoo siempre mostramos tatuajes sin retoques, tal como se ven en la piel, porque creemos en la honestidad y en el trabajo bien hecho.
Si dudas de un/a tatuador/a, pídele ver tatuajes curados. Eso te dirá mucho más que una imagen de estudio con luces perfectas.


Conclusión: confía en tus ojos, pero también en tu intuición

No necesitas ser artista para reconocer un tatuaje de calidad.
Solo necesitas saber qué observar: líneas, sombras, piel, proporciones y legibilidad.

Y, sobre todo, sentirte cómodo/a con la persona que te va a tatuar. Un/a buen/a tatuador/a no solo trabaja bien: también escucha, asesora y cuida tu piel como si fuera la suya.

Si estás pensando en tatuarte y quieres un resultado cuidado de verdad, te invito a venir al estudio o escribirme sin compromiso. Estoy aquí para ayudarte a tomar una buena decisión, no para venderte un tatuaje a toda costa.

Nos vemos en Arcos Tattoo.
Ana

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